De acuerdo con un estudio decadal por parte del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), en México ocurren cerca de 527 mil 802 riesgos de trabajo en las empresas u organizaciones a nivel nacional anualmente. Según la institución, estos están distribuidos entre accidentes de trabajo, accidentes durante el trayecto y enfermedades de trabajo. A raíz de esa situación, las pequeñas, medianas y grandes empresas no están exentas de cualquier siniestro, falta de atención en los lugares de trabajo. Por lo tanto, es parte de una cultura de la prevención tener un seguro de daños empresarial para continuar con las operaciones.
Siniestros pueden poner en jaque a las pymes
Según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), cada año de 21 a 100 pequeñas y medianas empresas (pymes) desaparecen debido a múltiples causas, entre ellas los siniestros que no pueden solventar y que podrían haberse resuelto de haber contado con algún seguro. En México existen más de 4 millones de pymes y solo el 17 por ciento cuenta con algún tipo de protección de un seguro para hacer frente a los accidentes.
Cabe señalar, la cobertura contra daños empresariales es una póliza que resguardará los bienes, capital humano e infraestructura contra accidentes inesperados o errores humanos. También repone el capital invertido en los honorarios de abogados, trámites y multas cuando existan perjuicios a terceros.
Asimismo, el seguro contra daños empresariales puede respaldar a la compañía contra daños en los bienes e infraestructura causados por algún incendio, terremoto, malas prácticas o inundaciones, pérdidas por paralización, responsabilidad civil, ruptura de cristales, sustracción, daño o vandalismo en rótulos y anuncios luminosos hasta explosiones en calderas y hornos.
Una de las cosas más importantes de tener un seguro empresarial es la protección que existe ante cualquier problema en lugar de causar una pérdida total. Las pólizas empresariales absorben parte de los gastos con el objetivo de mantener los bienes protegidos, a los trabajadores e infraestructura de los riesgos inesperados.