Después de que Alexandra Porras y Carlos Campos de 18 y 19 años de edad respectivamente, empleados de una sucursal de McDonald’s en Lima, Perú, perdieran la vida por ser electrocutados mientras limpiaban una máquina expendedora de refrescos hace algunos meses, se le está exigiendo a la cadena de comida rápida estadounidense que le otorgue seguro de vida a todos sus empleados.
Este decreto fue realizado por el Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo (MTPE) y entró en rigor desde el comienzo de esta semana. Sin embargo, está exigencia no se limitará únicamente a McDonald’s, pues todos los trabajadores del sector privado, y algunos del público, deberán tener de forma obligatoria un seguro de vida sin importar el tipo de contrato o su vínculo laboral.
Johanna Inga, madre de Alexandra recibe está noticia con un sabor agridulce: «Es algo que no se pudo dar cuando estuvo mi hija, pero ahora habrá para que las personas puedan tener un seguro de vida de ley. Para mí, me llena de gozo. Sé que mi hija no está, pero sé que algo ha dejado», señaló tras participar en una de las múltiples diligencias a las que aún tiene que acudir en la Dirección de Investigación Criminal de la Policía Nacional de Perú (PNP).
Hasta antes de este lamentable incidente, los trabajadores tenían derecho de un seguro de vida hasta después de haber cumplido 4 años trabajando con la empresa, sin embargo, este decreto impone que el seguro de vida sea un derecho desde el momento de su contratación. Esta decisión beneficiará a más de 2.6 millones de trabajadores formales en Perú.