La empresaria María Asunción Aramburuzabala tomó la decisión de dejar sus empresas de México a cargo de su hijo Pablo Zapata con la finalidad de buscar otras oportunidades mejores en el extranjero.
Esto lo decidió por la incertidumbre económica que la pandemia de Covid-19 dejó en México, principalmente para los empresarios.
Mariasun como se le conoce entre su círculo cercano, ha migrado sus operaciones a Estados Unidos donde trabaja arduamente para ingresar a mercados como el de Nueva York o Miami.
Recientemente se dio a conocer el anuncio de que la empresaria junto con la destacada especialista de política global se habría unido al consejo de administración de Coty, reconocida empresa multinacional de productos de belleza con sede operativa en Estados Unidos.
Lo anterior estaría sustentado con el anuncio reciente en el que se dio a conocer que Aramburuzabala Larregui junto con una destacada especialista de política global, se habrían unido al consejo de administración de Coty, reconocida empresa multinacional de productos de belleza con sede operativa en Estados Unidos.
Retirar sus negocios de México y dar pie a la búsqueda de nuevos mercados en Europa y Estados Unidos son la respuesta al fracaso obtenido en sus negocios en la administración actual.
Aramburuzabala al igual que muchos otros empresarios, formó parte del círculo dorado de proveedores que en sexenios anteriores se vieron altamente beneficiados con contratos millonarios, y que con la llegada de la denominada “Cuarta Transformación” han sido fuertemente castigados.
Sin embargo, María Asunción que actualmente preside Tresalia Capital, firma de inversión global, ha experimentado desde hace varios años crisis y conflictos en sus empresas consolidadas en México a partir de diversas decisiones tomadas.
El escándalo más sonado se registró en 2019 cuando decidió ajustar precipitadamente la estructura de su empresa inmobiliaria Abilia, generando incertidumbre y descontento entre sus colaboradores.
Fue en mayo de ese año, cuando bajo acusaciones de presunto fraude que hasta la fecha no se han comprobado, Aramburuzabala despidió a sus más cercanos colaboradores y pilares de Abilia como Guillermo Buitano, Carlos Padillaa, Claudia Rosso, Pablo Guzzo y Mauricio Oliver.
A pesar de continuar con sus operaciones, la empresa inmobiliaria no logró recuperarse de esa reestructura ni alejarse de los señalamientos por problemas con contratistas, incumplimiento de contratos, retrasos y mala calidad en los desarrollos inmobiliarios.
