El crédito automotriz siguió reduciendo su dinamismo, alcanzando una tasa de crecimiento nominal anual de 1.4%, manteniéndose aún en terreno positivo a pesar de que la venta de vehículos ligeros siguió contrayéndose (con una caída anual de -29.5% en agosto).
La recuperación de este segmento podría ser lenta, como lo apunta algunos indicadores complementarios del índice de confianza del consumidor.
En particular, el indicador asociado a si se planea comprar un automóvil nuevo o usado en los próximos dos años registró en agosto una variación anual de -14.5%, acumulando siete meses de caída en la intención de adquirir este tipo de bien duradero. Por lo anterior, es de esperarse que este segmento de crédito al consumo mantenga en el mediano plazo una tendencia a la baja.
Crédito al sector privado no financiero registró contracción
En agosto de 2020 el saldo del crédito vigente otorgado por la banca comercial al sector privado creció a una tasa anual nominal de 2.7% (-1.3% real), menor a la tasa nominal observada el mes previo (4.9%) y a la tasa nominal de 8.9% observada en el mismo mes en 2019, con lo cual se registró, por primera vez en diez años, una contracción en términos reales (en julio de 2010 se observó una contracción de -0.7%).
Con este resultado, los tres segmentos que integran el agregado de crédito al sector privado no financiero sincronizaron su tendencia de desaceleración, pues las carteras de crédito al consumo y a la vivienda continúan con su pérdida de dinamismo y sólo el saldo de crédito hipotecario mantiene una variación anual real positiva.
La debilidad en los ingresos por ventas de bienes y servicios aunada al deterioro de las condiciones para invertir han afectado negativamente la demanda de financiamiento bancario por parte de las empresas, perdiéndose con ello uno de los principales motores de impulso al crédito para el sector privado.