El arrendamiento vehicular puede optimizar las operaciones de las compañías y reducir sus costos en el ámbito del transporte, de acuerdo con Notipress.
El arrendamiento de vehículos de transporte es un esquema financiero que permite hacer uso de un activo sin ser propietario del mismo, es decir, una herramienta que permite acceder a un amplio catálogo de unidades mientras se aprovechan importantes iniciativas fiscales que traten de promover la gestión de los recursos.
Optimización en tiempos y producción
El modelo de negocio basado en el arrendamiento vehicular democratiza el acceso al desarrollo e impulsa el uso de activos en tecnologías y servicios de vanguardia. Los emprendedores en este sector deben administrar sus flotillas tratando de crear una rentabilidad en cada unidad.
Cabe recordar que el negocio de transportes no se trata de tener camiones de carga, sino de trasladar mercancías y dejar en manos de los especialistas la gestión de los activos cuya función permitirá concentrarse en este modelo de negocio.
También es importante mencionar que los camiones y las empresas representan un 52 por ciento de la población automotora, por lo tanto, sus costos de operación como los neumáticos, el combustible, servicios mecánicos, peaje, viáticos y sueldos no permiten que se modernicen las unidades.
A raíz de esa situación, el arrendamiento de unidades de transporte puede aportar a las empresas una mejora en optimización en tiempos, producción y permite enfocarse en la movilización de las mercancías.
El arrendamiento también facilita el ahorro de combustible y, además de generar menos desfalcos a la compañía, también contribuye a las empresas quienes están comprometidas con el medio ambiente y disminuir las emisiones de gases efecto invernadero en el país. Al rentar camiones que equipan motores de última generación, se pueden registrar ahorros del 10 por ciento en consumo de combustible, una cifra que aumenta en un 31 por ciento en los costos finales.